jueves, 7 de febrero de 2008

COMPADRES EN MARCACOCHA



La mañana se presenta nublada y con una pequeña llovizna. Los primeros carros se preparan para llevar a los comerciantes de frutillada y comidas, así como los infaltables pasteles y globos rumbo a Marcaccocha. El día va avanzando y los ahijados visitan a sus padrinos llevándoles el saludo por el día de los compadres.
Años atrás antes de que se construyera la carretera que conecta Ollantaytambo con el Valle de Occobamba, los pobladores se dirigían a Marcaccocha, ubicado en medio del valle del Patakancha, a pie o a caballo, juntamente con toda la familia, llevando comidas especialmente elaboradas para la ocasión. Ahora todos se trasladan en carros y, la fiesta en Marcaccocha está acompañada por banda de músicos y cervezas.
La fiesta de compadres en Ollantaytambo, quizás sea única, donde las personas del pueblo se trasladan a la comunidad de altura para celebrar con procesión y corrida de toros a todos los compadres. No se puede decir cuando empezó esta peregrinación, pero es indudable que la aparición del Niño Jesús en este lugar atrajo a los feligreses. Su aparición data de época de la colonia, quizás a finales del siglo XVIII y el origen de la fiesta en este lugar pueda ser de épocas pretéritas. La fiesta andina se unió a la fiesta cristiana. Esto se supone por que los pobladores de las comunidades ancestrales de Ollantaytambo, en la fiesta de la Bajada de Reyes bautizaban a sus hijos con el nombre de Melchor o Melchora –como se lee en las partidas de bautizo de la época-, y en esta fiesta traían al niño Jesús aparecido en la localidad de Marcacocha a Ollantaytambo. Con el correr del tiempo los compadres tanto del piso de valle y de las punas compartían la fecha de compadres para reverenciar al niño Jesús de Marcaccocha y tomarlo como patrono y protector de los niños bautizados y los compadres.
Para las celebraciones, a uno de los niños que se encuentra en la Iglesia de Santiago Apóstol -llamado Original- se le lleva un día antes a la Comunidad de Pallata y al niño de Marcaccocha –llamado Melchor- se le lleva a la Comunidad de Willoq, en estos dos lugares son velados por los diferentes carguyocs y danzarines. A la mañana siguiente son transportados hacia Marcaccocha, en medio de danzas y de sahumerios.
La fiesta se desarrolla con la participación de los Huallatas, que son interpretados por comuneros de Willoq y Patakancha – antiguamente participaban todas las comunidades del Valle alto- ellos con sus movimientos y gritos, evocan el apareamiento de estas aves altoandinas. Una danza en donde el aspecto ritual de la época recuerda el munanacuy que se debía empezar en carnavales.
La participación de los comuneros de Pallata con conjuntos de danzas es reciente, ellos interpretan las danzas de K´achampa y Huayllascha con gran entusiasmo. Para la ocasión se preparan como para cualquier cargo, degollando vacunos y elaborando frutillada e invitando a los paisanos y familiares.
Luego de una misa celebrada en quechua, las imágenes de los niños y de Santiago Apóstol son sacadas en procesión e inmediatamente después empieza la presentación de los danzarines. Los Varayocs de las comunidades de Willoq y Patakancha, realizan una merienda m´astay, dicha ceremonia pueda que sea superviviente de la época Inca, cuando se ofrecían los banquetes que nos relatan los cronistas. En esta merienda cada alcalde y regidor debe de poner un poco de comida, el cual es ofrecido al bailarín principal de Huallata, luego es bendecido por una persona mayor y repartido a cada concurrente.
Ya por la tarde se inicia la corrida de toros, con animales criados por los Apus, los cuales son arreados de los cerros un día antes. Los toreros son personas espontáneas, que envalentonados con la frutillada y cerveza entran al ruedo y son el deleite de los concurrentes.
En la fiesta se mezclan los pobladores de las comunidades ancestrales con los mestizos del valle, hay juego de carnaval y toros, el rojo de la vestimenta predomina sobre el verde de los campos, los pututus repican junto que los trombones. Una mañana lluviosa y tarde de sol. Eso es compadres en Marcaccocha y como dice nuestro paisano Andrés Bravo: ñoqayqu punchauniycuta yuyariycu misahuan, chaymantaca wacapukllaywan, comadricunak punchayninpika wallpapas wakanchu.