domingo, 19 de febrero de 2012

Peralta y Huamàn, artistas cusqueños

Hasta el mes de marzo se encuentran exponiendo en la galeria del Centro Cultural Britanico de Miraflores, los artistas cusqueños Edwin Huaman y Richard Peralta.

La siguiente nota publicò Elida Roman en El Comercio de Lima.


CRÍTICA DE ARTE

Peralta y Huamán, dos artistas cusqueños
Por: Élida Román
Miércoles 15 de Febrero del 2012

Meses atrás, en reunión-asamblea convocada y presidida por Christian Wiener, alto funcionario del Ministerio de Cultura, se hicieron muchas referencias a la necesidad impostergable de ejecutar planes y programas de apoyo al desarrollo artístico en todo el territorio nacional. Buenas intenciones, buenos discursos, pero ninguna acción.

Quien tome contacto con la vida urbana (sin ocuparnos de la rural) fuera de Lima o con la enorme diversidad peruana encontrará que el panorama se repite con mayor o menos intensidad, en función de las distintas circunstancias demográficas, sociales y también tradicionales. La falta de espacios adecuados, infraestructura más que necesaria, y la clásica indiferencia institucional, derivan en la casi clandestinidad en que trabajan artistas y operadores culturales de todo tipo. A ello se agrega el divorcio real entre la producción artística limeña y la del resto del país.

El Perú es, quizás, el único caso en la región en que no se produce un intercambio fluido entre las provincias y la capital. Un ida y vuelta que se vuelve imperioso, sobre todo en épocas en que tanto se habla de inclusiones.

Quise mencionar este tema porque esta es la segunda experiencia anual en la que, por iniciativa del Británico, se arma una exposición en Lima a la que se convoca a jóvenes artistas provenientes de provincias. La tarea de organizar me fue encomendada y no vacilo en subrayar, pese a mi participación en el proyecto, que este trata de contribuir al acercamiento a obras cuyas características difieren, no solo del tradicionalismo o folclorismo que es uno de los principales escollos para su libre desenvolvimiento sino de las notas o sesgos habituales en los productos resueltos por sus pares limeños. Pareciera que son resultado de un menor apego a las modalidades y sofisticaciones globalizadas, a pesar de utilizar los medios instrumentales que hoy están a disposición de todos.

A la experiencia anterior, exitosa y felizmente continuada, de dos artistas arequipeños –Nereida Apaza y Lucio Puma– , se suma hoy la presencia de dos cusqueños: Edwin Huamán, escultor, y Richard Peralta, pintor.

Edwin Huamán presenta una serie de piezas que pueden resumirse como una narración autobiográfica, no en el sentido cronológico habitual, sino en la alusión a sus sueños y fantasías, todas originadas en momentos de su circunstancia vital habitual, y en los juegos que marcan no solo la niñez sino la vida entera. Desde la granítica pelota abollada, o el juego tradicional donde las fichas son las pequeñas piedras del camino, hasta sus aviadores e ícaros, siempre volando, viajando o soñando, albergados por el zapato, la tetera, o valiéndose de la rueda mágica.

Richard Peralta muestra dos facetas definidas: la del artista comprometido, donde lo político y la protesta no dejan dudas, sus víctimas sentidas como espíritus angelicales, con la omnipresencia de la inocencia infantil; y la del innovador en la iconografía tradicional religiosa, donde los santos no solo son humanizados y actualizados, sino interpretados en modelos vivos y actuantes en su entorno cotidiano. Todo ello, con una maestría técnica poco habitual.

Una visita que recomiendo e invito a realizar

domingo, 12 de febrero de 2012

Martín Zúñiga Chávez



El siguiente texto fue publicado en la Bitacora de el Hablador



DE PALABRAS NACEMOS Y EN PALBRAS NOS CONVERTIMOS

Por Regina Martínez García

El poemario de Martín Zúñiga (Cuzco, 1983), Pequeño estudio sobre la muerte, fue reconocido con el Premio Copé de Plata de la XIV Bienal de poesía “Premio Copé Internacional 2009”. Su característica principal es la utilidad de los versos, en una exacta división de poemas, con la finalidad de explorar las recónditas posibilidades de una muerte (o muertes), a mi parecer, “versada(s)”.

Este poemario está conformado por tres estructuras denominadas: Las balas, Las esquirlas y Pequeño estudio sobre la muerte. En las dos primeras estructuras podremos encontrar tres etiquetas que nos muestran “tipos de arte”: sobre el arte de escoger qué crear, sobre el arte de escoger crear, sobre el arte de escoger, sobre el arte de escoger si crear, sobre el arte del cuándo y sobre el arte de ser escogido. Todas las artes se encuentran como una ventana enteramente explícita para que el lector se sumerja en una ilusión lingüística y retóricamente diversa de cuatro poemas por arte.

El trabajo deleitoso consiste en dejarse influenciar por las diferentes “leyes” que expresa cada arte. Vemos, por ejemplo, en sobre el arte de escoger qué crear, a dos personajes significativos de las letras: Vallejo en una posible inmutabilidad en el poema “cámara”; y a León Felipe, en el poema “penumbra”, como un personaje ejemplar de la orden impuesta por el qué crear; ambos son una mera excusa para instaurar la identidad y la fidelidad a la ideología que se esconde en la memoria. El yo lírico asume una contradicción, pues esa inestabilidad se verá marcada como una posibilidad: “contra el poeta nada puede el viento” (p. 26).

En sobre el arte de escoger crear se utiliza una sencilla muestra natural como ejemplo de lo que conlleva este arte; aquí la disputa es la máxima, pues, digamos, la moraleja es: “el beneficio de uno es la desgracia del otro”. Los poemas que encontraremos son: “justicia”, “loca”, “apetencia” y “aljaba”.

En el poema “apetencia” se vislumbra perfectamente el prototipo que se sugiere, es decir, el deseo de obtener un resultado, veamos en los versos:

“alquilo bala

y revolver casi nuevo

(…)

¿qué significa esto?

(…)

preocuparse por el prójimo.” – (p. 31).



Este poema está dedicado a Daniel Alcides Carrión, mártir de la medicina, que se sacrificó al infectarse con una bacteria para saber el lastimero proceso de la enfermedad conocida como verruga peruana. Más allá de la información, el poema revela de manera irónica el sacrificio que conllevó su deseo; los poemas se caracterizan por el tratamiento de diversas figuras retóricas, tal es el caso del poema “aljaba”, que trasciende por la figura aposiopesis.

En sobre el arte de escoger, el yo poético se sumerge en la raíz de todas las artes: la elección. En este sentido toma a la diversidad como una perfecta oposición a la elección, pues, “para cada persona ser una verdad, puede ser una total falsedad para la otra”; vemos una dicotomía que se mostrará en los poemas: “verdad”, “tranquilidad”, “fiesta” y “merced”. Los versos más representativos los encontramos en el poema “merced”, donde un ser omnipotente, en la voz de un espectador (yo poético), se embelese para mostrarnos la tan difícil tarea de la elección:

“…y dios los creo.

la vida los fue juntando y alejando

como una sinfonía como al ruido y al silencio.” – (p. 39).



En sobre el arte de escoger si crear se utiliza una de las meditaciones de Franz Kafka como una muestra exacta del escritor sumergido en las diferentes formas lingüísticas, donde el espacio es un lugar propicio para volver a escribir. Encontramos poemas como “mentira”, “herramientas”, “balsa” y “gracia”. En el poema “mentira” podemos encontrar una amplia muestra de las diversas formas que nos causan una posibilidad de hecho, pero que a la vez nos predisponen a la ruptura y causan miedo e hipocresía, sin embargo, cada acción compromete una identidad que se forma por cada conjunto de versos:

“(…)

sueña con ser el masajista ciego que se pasa todo el día

comiendo y cagando y leyendo libros impresos en braile

metido en una habitación sin ventanas.” -(p. 44).



En el denominado sobre el arte del cuándo, la ley se muestra en la utilización de la razón espontánea del cuando escribir. Encontramos poemas como “vergüenza”, “ausencia”, “canción” e “ironía”. Una muestra ejemplar lo encontramos en el poema “canción”, pues nuevamente busca la utilidad, pero esta vez en un órgano para mencionar las impuestas características que la engloban:

“el corazón es lugar pequeño en verdad,

y por lo tanto en él caben sólo



pequeñas cosas



un mar poco sosegado

un amor clandestino” – (p. 54).



En sobre el arte de ser escogido se expone poemas con la finalidad de utilizar los anteriores versos de cada tipo de arte, como un preámbulo para decidir y revelar al personaje principal de cada espacio de los poemas, es decir, el/la lector(a), que se sistematiza con significantes que se han formado con las palabras. Creo que por esa razón, los poemas de este arte tienen los versos exactos para definirnos, y, se revela en los títulos sugerentes: “bulla”, “alegría”, “casa” y “pereza”. En el poema “alegría” encontramos los significados que nos han dado de ella; éstos se muestran en versos y nos dicen “eso es lo que sentimos, de eso estamos formados”.

La finalidad general del poemario y la utilidad del verso (palabra), sirve para anunciarnos una alternativa de muerte, que a la larga está presente en cada reinventar que nos hacemos. Un ejemplo, son los versos del poema anteriormente citado:

“al final todo esto siempre sucede,

tropieza a veces, pero pasa. eso es

la alegría:” -(p. 60).



La propuesta del poemario es sumamente contemporánea pues la persona necesita una reflexión por cada palabra que nos lleva a la perfomatividad y a la negación de lo que queremos ser; creo que es por esa razón, que la idea es revelar todas esas muertes y vidas que se han visto sumisas en las palabras que la sociedad nos impone.

Este poemario está muy bien organizado y es algo que llama mucho la atención, pues ese orden no sólo se manifiesta en la forma, sino también en el lenguaje utilizado, con una dedicación artística por el uso reiterativo de diversas figuras retoricas. La lectura es innegable pues nos arrojará a la verdad del ser humano, a la incredibilidad de la formación estampada de la sociedad peruana. Recomiendo la lectura del poemario, porque no sólo deleita y motiva a la lectura, sino también por el objetivo de querer saber “la verdad de las mentiras palabreadas”.

José Gabriel Valdivia ha mencionado que Martín Zúñiga es “el poeta más entregado de su generación”. Asumo que la afirmación responde al trabajo expuesto en el poemario, al cuidado en los versos, a la temática actual. Esta opinión despierta el interés de conocer y revalorar la forma artística en el trabajo retórico y sistemático de un poemario, que en el círculo contemporáneo marca una gran diferencia.



Martín Zúñiga Chávez

Pequeño estudio sobre la muerte

Lima, Ediciones Copé, 2011. 64 pp.