CARTA DEL CUSCO

Mirko Lauer, en su columna de La Republica del dia domingo 14 de febrero del 2009 dice lo siguiente:

Carta del Cusco

Por Mirko Lauer

Estimado Mirko:

¡Tanto comunicado y tanto informe sobre la situación en Machu Picchu que nadie les presta atención por lo confusos y contradictorios! “Que Cusco y el Perú continúan su actividad turística”. “Que el riel estará reparado en dos meses”. Son algunas de las tonterías que propalan.

¿Por qué señores autoridades, dirigentes y señores empresarios no se dedican a curar el daño desde su origen, desde su raíz? ¿Por qué como siempre solucionamos o tratamos de solucionar los problemas parcialmente y cuando estos ocurren?
Se habla de reparar la vía. Señores, esto es solo una fracción del problema. Es tomar el rábano por las hojas. Es pegar con baba un grave problema que lleva años incubándose. Identifiquemos los problemas primero y luego busquemos soluciones que, aunque parezca mentira, son simples, y solo son dos:

Primero, la irresponsabilidad de la empresa concesionaria del ferrocarril, por años dedicada a “ordeñar la vaca”, a sifonear cantidades inmensas de dólares sin prever acontecimientos como los que nos ocupan por diez años ha succionado tanta leche que han llegado a sacarle sangre a la pobre vaca. Ambiciosamente se han dedicado por años, por las buenas, por las malas y por las pésimas, a proteger un insostenible monopolio gastando millones de dólares en campañas publicitarias. En vez de identificar los tramos con peligro de derrumbes, que todos los saben, menos ellos.

¿Por qué no han planeado con la anticipación debida que a la altura de los kilómetros 78, 79 y 102 este peligro existe, que todos los años se producen derrumbes que obstruyen la vía? ¿Por qué no han invertido parte de sus utilidades en prevenir esta desgracia que ahora afecta a todo el turismo del país? ¿Por qué no han ensanchado la base de la vía? ¿Por qué no han dinamitado cerros, instalado mallas de contención, hecho túneles o vías elevadas para evitar estas catástrofes? Grave negligencia que acarrea pérdidas de cientos de millones de dólares y cientos de miles de puestos de trabajo.

No nos digan que no sabían que esto podía ocurrir, no nos digan que son actos impredecibles… ¿Nos creen tontos?... ¿No se puede hacer esto con la tecnología actual? Entonces, ¿por qué no lo hicieron?

Segundo problema: El pueblo de Aguas Calientes, mal llamado ahora, por conveniencia, Machu Picchu Pueblo. La tugurización y hacinamiento humano más espantoso situado precisamente a la entrada del más majestuoso monumento a la inventiva de los antiguos peruanos. El triunfo de la informalidad contra el orden, el nido de traficante de tierras, sanguijuelas y aprovechadores del turismo. Que sin invertir un centavo en la promoción, se benefician con el trabajo de otros, cobrando precios abusivos.

¡Qué ironía! ¡Los monumentos dejados por nuestros antepasados incólumes y firmes, y los mamarrachos de hechura moderna destrozados por la naturaleza! Es tiempo que ambos paguen. El primero con la apertura de nuevas rutas que rompan el odiado monopolio y los segundos con una reubicación que acabe con este lastre.

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