FURIA DEL RIO SAGRADO Y ESTOLIDEZ HUMANA

Por El cóndor

Por todos conocido el WILCAMAYO se cansó de tanta negligencia humana, desbordando sus aguas por ambas márgenes por muchos kilómetros y destruyendo cuanto obstáculo encontró en su camino, llevándose casas, puentes, carreteras, línea férrea, sembríos, ganado, etc.. Dejó aislados a pueblos y sin posibilidad de que sus riquezas arqueológicas ubicadas a lo largo de su recorrido puedan ser vitadas.
Entró en cólera, porque sus aguas están contaminadas, sus riveras invadidas y explotadas por propios y extraños. Del mismo modo, el río Patacancha también se alteró por las mismas razones del Vilcanota, con el agregado que en el recorrido de esta cuenca, algunos iluminados habitantes encausaron el río, estrechándolo en su recorrido y produciendo un desembalse con fuerza que destrozó el puente Calicanto.
En síntesis, la indiferencia por un lado y ausencia por otro del Gobierno Central, Regional y Local permitieron que ocupemos ilegalmente las márgenes de los ríos, so pretexto del derecho de posesión que les otorga una sensación de derecho de propiedad, cuando sabemos que por ley, esas márgenes son propiedad del Estado y cualquier título que puedan exhibir, son absolutamente nulas. Pruebas al canto, tenemos muchas pero solo citaremos algunas, como por ejemplo la zona de Huayronccoyocpampa y la Avenida del Ferrocarril, donde se aprecian edificaciones que atentan contra todo sistema de defensa civil (tenemos una edificación de tres pisos, invadiendo incluso el cause del río Patacancha, sin que las Autoridades hagan sentir el peso de la ley).
La furia de la naturaleza ha desnudado una vez más la miseria humana, por un lado el periodismo con el espíritu sensacionalista que lo caracteriza y sin medir las consecuencias hizo conocer al mundo el destrozo que ocasionó el Vilcanota, entrevistando a visitantes que estuvieron “atrapados” en Aguas Calientes, quienes expresaron que no tenían agua ni alimentos para subsistir, sentimientos de aquellos que se ponen una mochila a la espalda y sin mayores recursos pretenden exigir se les dote de todas las comodidades en casos de emergencia; tuvieron reacción diferente aquellos visitantes con el tours pagado que indicaron que volverán a Machupicchu para conocer con mayor detalle y sin mostrar incomodidad frente a un acontecimiento de la naturaleza.
Del mismo modo, durante el periodo de evacuación a todos los visitantes, nos sorprendimos que habían dentro del santuario más de cuatro mil personas, sin considerar el número de turistas que circulaban por Caminos Inka, número que está por encima de la sugerencia expresa hace muchos años por la UNESCO en el sentido que deberían ingresar un máximo 2,500 personas, pero nuestros Operadores de Turismo no les interesa la preservación del Santuario, sino vender y vender a cualquier costo.
Por último, debemos aclarar que Machupicchu no es el único lugar turístico existen otros, como Ollantaytambo, con treinta y cinco mil hectáreas de parque arqueológico, donde se concentra todos los valores de las culturas precolombinas y desde el punto de vista arqueológico es inmensamente superior a nuestra maravilla. Para conocer los 7 caminos ancestrales, el cerro Pinculluna, al margen de la propia ciudad y el templo, entre otros muchos puntos más, se requiere por lo menos ocho días.
El Perú tiene 84 microclimas de los 125 que existen en el mundo y esta condición nos permite afirmar que se puede hacer turismo diverso a lo largo y ancho del país y durante los 365 días del año.
Exijamos a las instituciones responsables que hagan cumplir las leyes destinadas a proteger nuestro pasado milenario.