martes, 26 de octubre de 2010

Alma alga


Los últimos dias de setiembre, se presentó en Lima el libro de cuentos Alma alga de la galardonada Karina Pacheco Medrano, una de nuestras escritoras con un gran presente y un mejor futuro.


En la web chilena Proyecto Patrimonio (Letras.s5.com) se publicó el texto leido por uno de los presentadores, Gabriel Ruiz Ortega. Este texto tambien se puede encontra en su blogg La fortaleza de la soledad.


En estos dos últimos años he venido leyendo con atención la producción narrativa de las narradoras peruanas que han venido apareciendo durante la década. Al momento de leer estas líneas, no tengo la más mínima duda de que Karina Pacheco Medrano vendría a ser una de sus más altas representantes.

A lo mejor, el público asistente a los saraos literarios, como el de esta noche, piense que estamos en la presentación del primer libro de Karina. No es así.
Para los que aún no lo saben, Karina Pacheco es autora de tres novelas, publicadas a vertiginoso ritmo entre el 2006 y 2010. Tanto LA VOLUNTAD DEL MOLLE, NO OLVIDES NUESTROS NOMBRES y LA SANGRE, EL POLVO, LA NIEVE gozaron del justo saludo de la crítica. Y no suficiente con ello, vendrían a ser más que envidiables cartas de presentación para cualquier escritor.

Estos títulos son la muestra de la destreza y oficio literario de una narradora consagrada a la creación, que ve en la escritura un fin en sí misma, en una suerte de pulsión por justificarse ante la vida por medio de ella, “pequeño” e indefectiblemente gran detalle de los verdaderos buscadores y contadores de historias. Puesto que por sobre todas las cosas, tendríamos que definir literariamente a Karina como una genuina contadora de tramas, preocupada también por una sugerente elasticidad en cuanto a su estilo.

Bien lo declaró el eximio narrador norteamericano Tobias Wolff: “a los contadores de historias los conoces en los terrenos de las distancias cortas. Por ejemplo, en las carreras de los 100 metros planos, debes saber desplazarte en los adecuados límites, tener una estrategia y respetar sus leyes, de hacerlo así, lo puedes todo”.
Entonces, qué mejor muestra de la poética de Karina Pacheco, en cuanto a las distancias cortas, que ALGA ALMA (Borrador Editores, 2010), su primer libro de cuentos en el que la autora atomiza las virtudes leídas en sus tres novelas anteriores.

Cuando me preguntan qué es lo que busco en un libro de cuentos, o en su defecto qué es lo espero de estos, mi respuesta casi siempre ha sido la misma: que tengan el poder de cambiarme la perspectiva de la vida. Sabemos que los cuentos, por su cercanía a la poesía en relación a su estructura de relojería y síntesis de sensibilidad, obedecen a leyes tan estrictas, que el hecho de toparnos con un relato logrado en un cuentario no es más que la justificación de la publicación del mismo. Hoy en día se publican demasiados libros de cuentos, y es menester decirlo sin faltar a la verdad: muchos de estos se caen por débiles a la primera lectura. Este no es el caso de ALMA ALGA, que tranquilamente puede ufanarse de exhibir una estimable media de calidad en sus doce títulos, teniendo a cuatro de ellos en un nivel francamente superlativo, llamados a ser para la autora insignias, o sino a ser requeridos para cuanta antología que se respete como tal.

No es el lugar ni el momento para exponer las virtudes de cada uno de los relatos, sin embargo, quiero detenerme en dos de ellos, que bien podrían graficar lo que en líneas anteriores señalé sobre los límites de las distancias cortas y su síntesis de sensibilidad.

En el relato que titula el volumen, “Alma alga”, tenemos a la Karina novelista que lucha con una especie de torrente ventral por controlar el motivo del mismo. Si en estos momentos entre los presentes se encuentra algún narrador de novelas, sabrá bien a lo que me refiero al mencionar el torrente ventral, característica muy detectada en los que se solazan en las parcelas de las distancias largas. Este cuento, a mi parecer, es una novela encapsulada, que nos presenta una historia de amor y pasión, nutrida de los elementos míticos y de las utopías a alcanzar por medio del arte y la recreación. No es, en ningún sentido, una novela corta disfrazada de cuento. Es un cuento que no solo cumple con las difíciles leyes del género, sino también uno que exuda un poder de sugerencia que nos lleva a ser uno con la transparencia engañosa del agua, con el ardor de las rocas y la complicidad hacia quienes nos motivan abrazar una segunda oportunidad de vivir, sin importar los peligros paralelos y directos que conllevan acoplarse a la siempre gratificante, y no menos tanática, irracionalidad del amor. Indudablemente, se trata de un cuento que le debe muchísimo a la asesoría del tiempo, se tiene que haber vivido mucho, leído mucho y por ende escrito mucho para escribir un relato de esta magnitud.

El otro cuento es totalmente distinto al que acabo de señalar. Es uno que se place de una sensibilidad poética que me hizo recordar mucho a los versos de la poeta española Ana María Rossetti. Pueda que lleve un título engañoso, que nos haga pensar en alguna anécdota policial. “Crimen perfecto” es para mí un largo poema intencionadamente arropado con los recursos de la narrativa. En él nos topamos con una crónica sentimental en rojo, que se vale de un lirismo seco, casi parco, siendo este el único modo para la autora de presentarnos la historia de una frustración pasional, en donde los fines por lograr el amor se ven traicionados por lo que tanto el protagonista desea deshacerse. A medida que lo releo me veo en la obligación, literariamente moral, de destinar a “Crimen perfecto” entre los más destacado que pueda haberse escrito en el “cuento corto” en Perú.

Por otra parte, ahora que se habla hasta por los codos de las diferencias entre la literatura escrita por hombres y mujeres, sería pues de un error y horror mayúsculo intentar catalogar a la autora dentro de una desfasada vertiente feminista. Sé que podría sonar gratuita la referencia, pero si hay pocas cosas de las que puedo estar seguro es que cuando la literatura es de alta calidad, no importa nada quién sea el hacedor de turno, sea hombre o mujer. Felizmente, la verdadera literatura está muy pero muy por encima de esas taxonomías que poco o nada aportan al debate. Por ello, puede colegirse que el conjunto de cuentos de ALMA ALGA no solo es narrativa de verdad, sino también de un altísimo valor artístico, que no nos muestra a Karina Pacheco Medrano como una promesa a no perder la pista, sino que nos confirma a una narradora en completo dominio de su axiomático talento literario.

Muchas gracias

viernes, 22 de octubre de 2010

El cholo Nieto en sus 100 años


El mejor homenaje que se le puede dar a un poeta, es el de difundir su obra y es lo que se està haciendo con nuestro Luis Nieto Miranda, el Cholo Nieto.

La Revista Sieteculebras en su nùmero 28, correspondiente a los meses de Julio-Setiembre del presente año, nos presenta un estudio de Mario Pantoja, titulado "Luis Nieto:Un poeta de cantos y batallas". En esta nota, Pantoja nos dice: "al publicar Charango refleja interesantes cambios en su imaginaciòn creadora y en la intimidad de su pensamiento:juega con el color local, expresa los motivos regionales, deja luces de su inspiraciòn y sabe expresar el erotismo -metàfora de la sexualidad- con temperatura tropical, siguiendo meritoriamente la lecciòn del autor de Romancero Gitano, el español Federico Garcia Lorca"

Justamente la Municipalidad del Cusco, con ocasiòn de este centenario, ha publicado una nueva ediciòn de Charango (Romancero Cholo), cuya primera ediciòn viò a luz allà en el lejano 1942 por obra del Instituto Americano de Arte y luego fue reeditado por el Ministerio de Educaciòn en 1945.

Romance de canto y pena

A Esther

Bajo un cielo de campanas
caminas sobre amapolas,
entre un incendio de estrellas
y un viento de mariposas.

Al dulce canto del alba
una lluvia de corolas
va alfombrando tu camino
vigilado de palomas.

Desde un silencio de lirios
te estàn llamando las violas.
(Se encendieron las guitarras
al canto de las alondras).

Junto a tu cuerpo encendido
las brisas bailan y lloran.
En tus cabellos dormidos
estàn charlando las sombras.

Un cielo de golondrinas
en tus pestañas retoza.
Hay un zorzal en mi pecho
que te llama a toda hora.

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Serà mejor que me quieras
antes que mueran mis rosas.
Ya està el otoño en mi huerto
dorando las verdes hojas.

Este amor es sin remedio
como la pena que llora.
¡Amor que sufre y que canta,
amor que rìe y solloza!

domingo, 17 de octubre de 2010

Escritos Mitimaes. Hacia una poética andina posmoderna de Fredy Amilcar Roncalla


Por Blas Puente Baldoceda
Associate Profesor
Northern Kentucky University


Estos escritos están a horcajadas entre la creación poética y la crítica ideológica de la cultura cuyo productor es un inmigrante que habita en una gran urbe norteamericana, Nueva York. Dentro del contexto de la globalización en el cual evoluciona la dinámica de las migraciones, el autor, exilado voluntariamente en este país por más de dos décadas, desenmascara ideológicamente eventos trascendentales para el Occidente como, por ejemplo, el llamado descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón, o Machupiqchu por Hiram Bingham, de manera que la otredad postulada por el euro centrismo o el imperio norteamericano se revierte: es decir, ellos son los otros a quienes descubrimos; nosotros, no somos meramente objetos sino que poseemos nuestra subjetividad.

Por otro lado, la teoría postcolonial es puesta en tela de juicio ya que desde los centros de la academia norteamericana o europea, en las metrópolis los intelectuales se limitan a un esclarecimiento de carácter externo, con cierto sesgo reivindicativo, sin promover en la praxis una transformación de la realidad considerada periférica. Más aún: el autor reclama que creación de una teoría postcolonial desde la periferia, con categorías cognitivas de una epistemología nativa, como producto de la infatigable creación de un imaginario, por parte de productores intelectuales tercamente encandilados por Aristóteles y Descartes, padres del racionalismo de occidente.

Además, el autor desenmascara ideológicamente a los intelectuales y creadores que se forjaron en los movimientos estéticos del vanguardismo y modernismo, Vargas Llosa y Octavio Paz, y que en años mozos creyeron en la revolución, pero que luego claudicaron vergonzosamente con el neoliberalismo de las transnacionales. Ahora bien, en el apreciativo placer estético que le produjo la oralidad limeña del estilo Briceño, el autor pudo bien haber detectado, asimismo, le ideología del paternalismo caritativo de la oligarquía con respecto a los indios, o el racismo solapado de sus personajes en otras novelas. O en su apreciación del jazz, la retórica del silencio se manifiesta en otras artes, aún en el hidden discourse de Guamán Poma de Ayala, que se adelantó a Hegel en cuanto a lo positivo que es latente en toda negatividad.

Otro de los cuestionamientos de Roncalla es la dicotomía de la escritura y la oralidad cuya confrontación sirve para explicar el proceso transculturador de la conquista y la colonización de las culturas nativas; en otras palabras, la convergencia del pensamiento racional europeo y el pensamiento mítico de las culturas nativas. ¿Pero, acaso, el sistema de signos y representación de la cerámica, la textilería, los quipus, etc., no eran acaso sistemas semióticos tan válidos como la escritura occidental? Como quiera que sea, de este proceso de hibridación emerge la escritura de los mestizos y los indios que, a través del uso de la retórica e historiografía renacentista, dejan filtrar sus respectivas ideologías bien de integración o rechazo de la cultura opresora con una sabia instrumentalización de sus propios sistemas escritúrales como el caso de Guamán Poma de Ayala y su retórica de la especialización de sus dibujos que cuestionan y rechazan la conquista y la colonia. Freddy Roncalla, su descendiente, es también un escribidor que pone en juego la diagramación del espacio de la página en blanco para escribir poesía mediante el uso de tres lenguas simultáneamente (castellano, quechua, e inglés), una poesía que trasunta la comunión del hombre andino y la naturaleza y la convergencia del espacio y tiempo de la dialéctica andina que maneja diestramente en sus apasionadas reflexiones sobre la violencia que abruma a la humanidad

miércoles, 13 de octubre de 2010

Colaterales del Nobel


Reproducimos la columna Buen Romance, del sociólogo Carlos Reyna, publicado en el diario La República el dia miercoles 13.10.2010



Como lo ha dicho el escritor español Antonio Muñoz Molina, el premio Nobel a Mario Vargas Llosa está honrando más a los otorgantes que al ya ilustre premiado. Después de una obra tan reconocida, con tantos premios literarios y doctorados honoris causa por todas partes, la frase más oída ha sido “por fin”.

Para Vargas Llosa, el premio no añade mucho en términos de un prestigio que ya era universal. Sin embargo es evidente que, en lo íntimo, le hace bien como reconocimiento y estímulo para continuar una obra que aún dará nuevos frutos.

Para el Perú, en cambio, este premio es más importante que para el propio escritor. Con tan pocas victorias en todo orden de cosas, el país ya le puede decir al escritor: gracias, Mario, me subiste la moral. Sobre todo cuando apenas recibido el premio, aquél dijo “yo soy el Perú”.

Lo más importante, sin embargo, es que el Nobel a Vargas Llosa ya produjo una importante crecida en el interés por la literatura por muchos peruanos y peruanas, en especial de los más jóvenes. Muchos se harán lectores, y no pocos se animarán a crear, a imaginar y a escribir.

Otros escritores peruanos, los más grandes y los más jóvenes, también ganarán alguito con este reciente premio. Habrá más interés por la literatura peruana, ya sea aquí mismo, que es bueno, y también allende las fronteras, que es todavía mejor. Hay más efectos gratos derivados de este premio, pero todos se resumen en este: el Perú va a leer y escribir más, y va a ser más leído y mejor entendido, aquí y desde fuera.

Para que esos efectos no se disuelvan con el tiempo, y sean duraderos y profundos, habrá que hacer algo más que celebrar. En el contexto aparecen muchos desafíos que deben ser superados. Nuestra baja inversión pública, la pobre calidad en materia educativa, o el escaso aliento a la industria editorial.

Y todos tendríamos que recordar que “la vocación literaria nace del desacuerdo de un hombre con el mundo, de la intuición de deficiencias, vacíos y escorias a su alrededor. La literatura es una forma de insurrección permanente y ella no admite las camisas de fuerza”. Lo dijo el joven Vargas Llosa en 1967, al recibir el premio Rómulo Gallegos. Cambió de banderas políticas desde entonces, pero no de su idea sobre la literatura.

domingo, 10 de octubre de 2010

El Cholo Nieto en sus 100 años


El dia de hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Luis Nieto Miranda el poeta del Cusco.
Charanguito
(fragmento)

Charanguito, charanguito,
enamorado y cholero,
ponte tu chullo de trinos
y que comience el jaleo.

Suelta un puñado de risas,
charanguitoy caballero,
y haz que retoce y que cante
tu corazón pendenciero.

Poncho de lindos colores
como las luces del alba;
cómo te gustan las cholas,
charango de pinta brava.

Si te faltara una cuerda
para templar la tonada,
a la Antuca bandida
le robas una mirada.

Templado fino, muy fino,
no hay chola que te resista,
y te la robas de guapo
como buen contrabandista.

sábado, 2 de octubre de 2010

CAOS OLLANTINO


La ciudadela de Ollantaytambo, promocionada como: "La ciudad inca viviente", por el caos del tránsito vehicular, el desorden en las construcciones y la destrucción masiva de las edificaciones incas, se está convirtiendo en lo que llamamos "La ciudad inca agónica".

El periodista, Alvara Rocha, en su columna del semanario SOMOS ( sábado 2 de octubre), escribe sobre las debilidades de Machu Picchu y concluye:


"Otro sinsabor para el turista se da cuando -regresando de Machu
Picchu- desciende en la estación de Ollantaytambo para continuar viaje terrestre
hacia el Cusco. Pero en sus pequeñas calles, los viajeros quedan
entrampados en un sancochado vehicular que desmerece el titulo de 'pueblo inca
original' de Ollantaytambo, al punto que cada vez se ven más lejanos esos
tiempos del Tahuantinsuyo y se parece más -por el tráfico y los cláxones- a la
avenida Abancay en hora punta
."

Lo que manifiesta es lo que, en parte, viene sucediendo en Ollantaytambo, vehículos pequeños y grandes, autos y camiones, siguen transitando por el centro del pueblo histórico, deteriorando la arquitectura y por supuesto el entorno del pueblo.

Una de las soluciones inmediatas, es reubicar la estación del tren. Esta debe estar ubicada en una zona amplia, donde los vehículos puedan estacionarse y maniobrar con facilidad y donde además se ofrezcan buenos servicios al visitante.

Sabemos que la propuesta no será facilmente aceptada por los ollantinos, pero es la única forma de preservar el patrimonio cultural.
Otro tema pendiente es el de la via de evitamiento. se debe tomar una decisión, en la que participen especialistas de primer nivel y hacer el proyecto aún si la rentabilidad económica inmediata sea nula. Una decisión que afectará a Ollantaytambo, no puede ser tomada sin un sustento técnico adecuado.