Reproducimos un interesante artìculo del antropòlogo Daniel Guevara, publicado en la Revista La Colmena, editado por los estudiantes de CCSS de la PUCP
Paradojas en la protección del patrimonio cultural en la ciudad del Cuzco
Daniel Guevara
Antropólogo de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco
El 27 de setiembre del año 2012, tras un
largo periodo de disputas judiciales, un contingente de 1000 policías,
representantes del Juzgado Penal Liquidador Transitorio, Defensoría del
Pueblo y de la Dirección Regional de Cultura desalojaron y la demolieron
las viviendas de los pobladores de la “APV- La Fortaleza”. Esta
asociación ocupó por más de 15 años ilegalmente 4.5 hectáreas de área
arqueológica protegida en el sector de Wimpillay, en la margen derecha
del rio Huatanay, en el distrito de Santiago.
Los pobladores de “La Fortaleza”
opusieron resistencia al desalojo, enfrentando a la policía con palos y
piedras, resultando pobladores heridos y 30 detenidos. Culminado el
desalojo se procedió a la demolición de 90 viviendas – en su mayoría
construcciones de dos pisos en adobe – ocupadas por 300 personas. Este
evento obtuvo una amplia cobertura en la ciudad del Cuzco, e incluso
llego a medios de circulación nacional[1].
El propósito de este texto no es señalar
culpables, sino más bien discutir sobre las concepciones, tácticas y
estrategias de la protección del patrimonio en la ciudad del Cuzco, y
sus relaciones con discursos locales identitarios e ideológicos.
Buscando encontrar la articulación de dinámicas a partir de esta
relación, observando sus puntos en común y alguna de sus
contradicciones.
Fuente: Diario Correo (web)
El Cuzco y la protección del patrimonio
La ciudad del Cuzco cuenta con muchos
espacios de origen prehispánico y colonial, que según la UNESCO y la ley
Nº 28296, son patrimonio cultural ya que albergan monumentos y
expresiones de valor histórico, arqueológico, estético y antropológico.
El Cuzco, fue declarado como “Capital Arqueológica de Sudamérica”,
“Patrimonio Cultural de la Nación” y “Patrimonio Cultural de la
Humanidad”, logrando una preocupación por parte del gobierno local en
“promover la protección de la ciudad Histórica, del Qosqo, generando una
relación armónica entre el Centro Histórico, su medio natural y las
otras áreas de la ciudad”[2]
Entonces la protección, conservación y
restauración de bienes pasan a ser prioridades de los municipios y del
INC, hoy Dirección Regional de Cultura. Pero, la protección del
patrimonio, no solo es una necesidad de las instituciones estatales y
algunos organismos no gubernamentales, sino que llega a ser un eje
aglutinador de la sociedad civil cuzqueña. Son ejemplos de esto, las
marchas realizadas por el INC y la UNSAAC para la protección de Machu
Picchu, la cruzada por la recuperación del las piezas llevadas a Yale
por Hiram Bingham, o las masivas protestas contra las denominadas leyes
“antipatrimonio” en 2008.
Por ello es necesario preguntarse dónde
se sostiene y cómo se articula la sociedad civil a través del
patrimonio. Para investigadores locales, esto se sostiene sobre una
ideología regional proveniente del indigenismo desarrollado en la ciudad
a inicios del siglo XX. Flores Ochoa y van Den Berghe (1999) denominan
esta ideología como, incanismo. Esta funciona como una ideología de
orgullo regional local, donde “indígenas y mistis” revaloran su común
origen prehispánico. Asimismo, el incanismo es una “marca estratégica de
mercadizar” el mundo prehispánico, ofreciendo una otredad exótica, que
realimenta la mitología local, muchas veces produciendo nuevos mitos que
validan la búsqueda de los turistas, reforzando el incanismo como la
ideología local predominante.
Por otro lado, a partir del proyecto político e identitario desarrollado por Daniel Estrada[3],
nace el qosqorunismo, que busca la revalidación de la cultura
prehispánica y quechua de la ciudad como centro del imperio pan andino.
Rossano Calvo, da una vuelta de tuerca a estos dos conceptos,
denominando el cusqueñismo como: “Cusqueñismo o cusqueñista, en este
contexto, son sinónimos para destacar a cualquier poblador que
contribuye al Cusco” (2006). Entonces, es conveniente preguntarse ¿Cómo y
qué contribuye un cusqueñista al Cuzco?
En una investigación reciente sobre
discriminación en discotecas de la plaza de armas del Cuzco, Valverde
(2011) habla acerca de un discurso hegemónico del turismo, donde un
grupo de poder – ya sea económico, político, o simbólico – perpetúa y
logra la masiva aceptación, a través de los medios de comunicación
local, de la idea de que la ciudad “vive del turismo‖ y de que el
turista extranjero debe recibir el mejor trato –obviando intrínsecamente
al poblador local” (2011, 169).
Las nociones expuestas, sea el
incanismo, el cusqueñismo o el qosqorunismo – a pesar de su
esencialismo- son todos parte del discurso hegemónico del turismo, que
totaliza a la sociedad cuzqueña como dedicada exclusivamente a la
actividad turística, siendo estas nociones funcionales a la inversión y
expansión de la industria turística. Pero, ¿cómo esto se articula con la
protección del patrimonio?
La articulación paradójica: protección del patrimonio, industria turística y ciudadanía
La DRC-C transmite todos los domingos en
uno delos canales locales más populares de la ciudad (CTC), un programa
llamado “Patrimonio”, donde se informa sobre las actividades de la
institución a nivel regional. La siguiente semana al 27 de setiembre[4],
el desalojo de Fortaleza fue presentado, y creo que es necesario
revisar críticamente este material para poder entender cómo la
protección del patrimonio se inserta dentro del discurso hegemónico del
turismo.
El video presenta el desalojo de manera
pormenorizada, registrado a todos los actores involucrados y sus
acciones. El locutor presenta el desalojo como “un hecho sin precedentes
en la defensa y protección del patrimonio de la nación” ya que se
detuvo la ocupación del recinto arqueológico “por conocidos traficantes
de tierra e invasores”, donde la aplicación de la ley detuvo a los
“ocupantes precarios” con la “demolición de viviendas construidas
clandestinamente en terrenos que le pertenecen al estado y a toda la
nación”. Todo esto acompañado de imágenes de los enfrentamientos[5]
El informe concluye con imágenes de
obreros desmontando un muro de adobe, mientras el locutor sostiene que
con la aplicación de “la ley y acción firme que representan al estado
peruano se ha logrado recuperar el patrimonio”. Mientras el locutor
menciona esto se muestran imágenes de una pala mecánica pasando sobre
los escombros de la casa demolida. Finalmente acompañando las imágenes
del avance de las palas mecánicas, el locutor advierte que esta
situación se podría repetir en asentamientos que vulneren el patrimonio.
De este modo la versión oficial de los
hechos, presenta a los habitantes de Fortaleza como “conocidos
traficantes de tierras” que están en contra del desarrollo de la ciudad,
ya que sus viviendas impedían el uso turístico de ese espacio. Esta
situación es revertida con la “aplicación de la ley” y la “acción firme
del estado” representado por una pala mecánica que remueve las vivienda
de adobe de dos pisos.
Fuente: Diario La República (web)
Es por eso que vale preguntarse
nuevamente ¿Cómo la protección del patrimonio contribuye al Cuzco?, ¿se
puede contribuir a toda la ciudadanía buscando enfrentar “conocidos
traficantes de tierras” para la exclusiva “promoción y uso turístico”?
Existe una normalización de los sujetos[6] que
viven en la ciudad del Cuzco, caso contrario al no encajar dentro del
discurso hegemónico del turismo, son criminalizados y presentados como
entes contaminantes, siendo la única solución la coerción estatal.
Chantal Mouffe (2003), se pregunta si en
la democracia pueden convivir igualdad y libertad, ya que son dos
conceptos que se auto repelen. Bajo la misma figura se podría plantear
la siguiente paradoja: el derecho a la vivienda puede coexistir junto a
la necesidad de proteger el patrimonio pensando en incrementar el sector
turístico. Si es así cabe preguntarse: ¿De qué manera se puede unir la
protección del patrimonio con la promoción de la inversión turística,
sin vulnerar el derecho de acceso a una vivienda digna?
Sobre la paradoja democrática, Mouffe
señala, que puede ser resuelta a través de la ampliación de espacios de
discusión y mediación institucionalizada del conflicto, radicalizando la
democracia. En el caso de los problemas paradójicos que genera la
búsqueda de la ampliación del sector turístico con la protección del
patrimonio, puede ser más complicado, ya que muchas veces las leyes de
protección del patrimonio han impedido grandes inversiones hoteleras que
podían atentar con áreas protegidas, y simultáneamente, el alto costo y
la usura sobre el suelo y la vivienda en la ciudad[7] del
Cuzco impiden el acceso a viviendas dignas facilitando el incremento de
traficantes de tierras que aprovechan la desesperación de
muchas familias.[8]
Por otro lado los conflictos centrados
en la protección, no solo son contradictorios por el desencuentro de
intereses, sino también por la articulación de discursos identitarios
con el poder – ya sea político, económico o simbólico – como fue el
caso, largamente debatido, de la presencia de una estatua de un “Inka”
sobre la pileta de la Plaza de Armas y la representación de la DRC-C por
la permanencia de la estatua. Los argumentos utilizados fueron, por el
lado de la DRC-C, recurrir a la UNESCO y la posibilidad de que la ciudad
perdiera el título de patrimonio de la humanidad y el municipio
recurrió al recuerdo de la presencia del “Apache” en la pileta durante
el siglo XX e invocó la representación de la identidad cuzqueña, ya
fuese de raigambre qosqorunista, incanista o cusqueñista, a través del
“Inka”.
Entonces, la protección del patrimonio,
no solo es un trabajo técnico de preservación y restauración, sino
también es un espacio de disputa de enunciación de cómo se imagina, en
este caso, la ciudad del Cuzco, donde la definición de los usos y
significados de los espacios públicos se encuentran en conflicto.
Mientras no se generen canales
institucionales para resolver estos conflictos, ya sea el acceso a
vivienda, la fiscalización sobre el uso de áreas protegidas o
implementación de iniciativas de discusión y concertación sobre el
desarrollo urbano, la pita se seguirá rompiendo por el lado más débil, y
la ley y el estado seguirán pareciendo una retroexcavadora que avanza
sobre derechos básicos de los ciudadanos, mientras se asegura el
crecimiento de la inversión.
[1] Emisión
de la noticia en los canales de señal abierta América Televisión y
Panamericana, así como en el canal de cable Willax Tv.
[2] Código Municipal para la Protección de la Ciudad Histórica del Qosqo (Mucipalidad del Cusco 1992).
[3] Estrada fue alcalde del Cuzco en tres distintas oportunidades, e implementó una política que unía la intervención estatal, la promoción de la inversión y un discurso identitario sostenido en símbolos, costumbres y el idioma como elementos de “afirmación democrática, autoestima social local y de reconocimiento del poder que emana de las autoridades” (Pino 2004). Las críticas a este proyecto son diversas, por lo general acusándolo de “mal gusto” y “chauvinista”, descalificando las reivindicaciones locales por su falta de reflexividad y autocrítica (Pacheco Medrano 2007).
[4] Programa “Patrimonio” (Dirección Regional de Cultura-Cusco 2012).
[5]Imágenes de los enfrentamientos, 24 Horas (http://www.youtube.com/watch?v=vuVv4Ur0UV4) y Willax TV (http://willax.tv/seguridad/desalojo-de-zona-arqueologica).
[6] Para Foucault, la representación del poder por parte del Estado pasa a ser la capacidad de modelar -disciplinar- los cuerpos individualizándolos a través de la atomización y anatomización con la finalidad de homogenizar a los sujetos contenidos en un espacio, castigando cualquier desviación de lo aceptado como normal (Foucault 2005).
[7] Riofrío llama la atención de como la anticresis puede servir como una vía alternativa de financiamiento, basándose en los casos de las ciudades de Arequipa y Cuzco (Riofrío 2011).
[8] Agradezco a Rudy Roca y Pablo Quispe debatir estas ideas e incluir el tráfico de tierras en ellas.
Bibliografía[2] Código Municipal para la Protección de la Ciudad Histórica del Qosqo (Mucipalidad del Cusco 1992).
[3] Estrada fue alcalde del Cuzco en tres distintas oportunidades, e implementó una política que unía la intervención estatal, la promoción de la inversión y un discurso identitario sostenido en símbolos, costumbres y el idioma como elementos de “afirmación democrática, autoestima social local y de reconocimiento del poder que emana de las autoridades” (Pino 2004). Las críticas a este proyecto son diversas, por lo general acusándolo de “mal gusto” y “chauvinista”, descalificando las reivindicaciones locales por su falta de reflexividad y autocrítica (Pacheco Medrano 2007).
[4] Programa “Patrimonio” (Dirección Regional de Cultura-Cusco 2012).
[5]Imágenes de los enfrentamientos, 24 Horas (http://www.youtube.com/watch?v=vuVv4Ur0UV4) y Willax TV (http://willax.tv/seguridad/desalojo-de-zona-arqueologica).
[6] Para Foucault, la representación del poder por parte del Estado pasa a ser la capacidad de modelar -disciplinar- los cuerpos individualizándolos a través de la atomización y anatomización con la finalidad de homogenizar a los sujetos contenidos en un espacio, castigando cualquier desviación de lo aceptado como normal (Foucault 2005).
[7] Riofrío llama la atención de como la anticresis puede servir como una vía alternativa de financiamiento, basándose en los casos de las ciudades de Arequipa y Cuzco (Riofrío 2011).
[8] Agradezco a Rudy Roca y Pablo Quispe debatir estas ideas e incluir el tráfico de tierras en ellas.
Calvo, Rossano
2006 El Cusqueñismo. Cusco: El Comercio de Cusco
Dirección Regional de Cultura-Cusco
2012 Patrimonio (http://www.youtube.com/watch?v=y5VDRGrRIOg)
Flores Ochoa, Jorge. A, y Pierre van Den Berghe
1999 Turismo e incanismo en el Cuzco. En Andes N°3: 179-200. Cusco
Foucault, Michel
2005 Las redes de poder. Buenos Aires: Amalgesto
Mouffe, Chantal
2003 La paradoja democrática. Barcelona: Gedisa
Mucipalidad del Cusco
1992 Código Municipal para la Protección de la Ciudad Histórica del Qosqo.
Pacheco Medrano, Karina
2007 Incas, indios y fiestas. Reivindicaciones y representaciones de la configuración de la identidad cusqueña. Cusco: INC.
Pino, Vidal.
2004 Democracia participativa para el desarrollo local. La Experiencia del Alcalde Daniel Estrada en el Cusco . Lima: PNUD
Riofrío, Gustavo
2011 Anticresis y vivienda popular. En Quehacer N° 183: 94-99.Lima:DESCO
Valverde Elera, Jose, A.
2011 Gringos sí, indios no. Tu entrates porque estabas con tu gringa. Una aproximación a la exclusión social causada por el turismo en la ciudad del Cusco. Tesis para optar el título profesional de Licenciado, Cusco: UNSAAC.
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