viernes, 4 de marzo de 2011

Patrimonio Cultural

En su columna de El Comercio, "RINCÓN DEL AUTOR", Abelardo Sánchez León, se refiere a las últimas noticias sobre la sustracción de material bibliográfico de la Biblioteca Nacional. El estado no hace nada por preservar el patrimonio que es de todo los peruanos. No tenemos un catálogo de los libros y documentos que poseemos. Se dice que algunas veces el material arqueológico que sale a exposiciones vuelve, pero en la forma de réplicas. Necesitamos que el estado asuma su papel rector, eduque a los niños en la conciencia de que tenemos que cuidar el llamado Patrimonio cultural.


Agua que no has de beber
Por: Abelardo Sánchez
Miércoles 2 de Marzo del 2011

Con cacha, ingleses y franceses justifican la manera cómo sus respectivos gobiernos usurparon los tesoros de las civilizaciones griegas y egipcias. Están seguros de que esa maravilla de objetos se encuentra mucho más protegida en Londres y París que en Atenas o El Cairo.

El Estado Peruano ha entablado durante años una lucha titánica contra diversos gobiernos chilenos para que nos sean devueltos los libros que las tropas invasoras se llevaron como botín de guerra durante el conflicto del Pacífico. Después de numerosos trámites diplomáticos se logró que gran parte de ellos regresaran al país en el 2007. No sé bien si esos ejemplares ocupan lugares de importancia o si se hallan almacenados en los oscuros sótanos en medio de hongos. Lo cierto es que a lo largo de los últimos diez años se han robado cantidades de joyas bibliográficas ante la indiferencia de las autoridades.

¿Qué pasaría si la Universidad de Yale decide devolver al Estado Peruano los objetos que se llevara la expedición que descubrió Machu Picchu? ¿Se construiría un museo acorde a su importancia histórica o los arrimaría al fondo de la indiferencia general? ¿Cómo puede una nación valorar su aporte histórico si en los colegios se enseña cada vez menos quiénes somos, de dónde venimos y qué hicieron nuestros antepasados? Bajo el predomino de las habilidades y las competencias de los alumnos, los conocimientos de historia y geografía se encuentran bastante adormilados. Para la mayoría de los peruanos, Jorge Basadre es un estadio de fútbol y César Vallejo un equipo que milita en la primera profesional. María Reiche, por cierto, es una vieja loca que se fue a las pampas de Nasca a conversar con los lagartos y evitar que los camiones destruyan todas las líneas a su paso.

Con pena debemos reconocer que el Estado Peruano no está en capacidad de hacer su trabajo. No es capaz de proteger, resguardar y poner en valor el patrimonio de la nación. O, sencillamente, no le interesa hacerlo. El Estado debe reconocer que a veces es mejor colocar a su madre enferma en manos de profesionales y si no puede tratar con cariño y respeto nuestro pasado, que lo deposite en las cajas fuertes de los bancos, antes de devolverlo a Chile o a Estados Unidos, dejando en claro su desidia administrativa

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